Hay una serie muy famosa en Netflix llamada Black Mirror, que imagina un futuro no tan distante, donde la tecnología se ha salido algo de control, produciendo efectos distópicos. Por ejemplo, una sociedad en donde, al estilo de Instagram, mides tu vida con “likes” o “me gusta”, llevado a niveles extremos. En este video lo analiza muy bien Luciano Ávila:
Pues como muchas veces, la realidad supera a la ficción, y no hace mucho tiempo, se hizo viral la noticia de que en China estaban implementando un sistema similar para puntuar a los ciudadanos, y dependiendo del puntaje, darles o quitarles beneficios. Aquí la noticia.
Ahora, ha trascendido que están llevando este sistema a las aulas, con el nombre de “cuidado de la clase“. Con una cámara instalada en el salón de clases, toman una fotografía cada segundo. Estas series de fotografías es analizada con inteligencia artificial para identificar los rostros de los niños, y les asigna cierta calificación dependiendo si están poniendo atención, están distraídos, etc. La idea es mejorar el rendimiento de los alumnos, pero al medir solo datos cuantitativos, provoca temores si, por ejemplo, “un número alto de bostezos impedirá que un niño sea aceptado en la universidad”.
Me parece que es complicado el medir los alcances que tendrán las tecnologías que desarrollamos día a día, pero la labor de evaluar su uso no debe dejarse solo en las manos de tecnólogos, sino debe ser reflexiva, junto a psicólogos, sociólogos, maestros, etc.
Fuente: https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2019-04-02/china-educacion-global_1916478/
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