(o el limón, la guanábana, alguna otra fruta exótica de alguna isla remota, el veneno de cierto alacrán, etc.)
Acabo de leer un mensaje con una fotografía asegurando que el bicarbonato puede curar el cáncer. En los comentarios una persona puso “¡En estos tiempos hay que creer! El que no quiera creer es ignorante” Yo le diría justo lo opuesto, en estos tiempos con tanta desinformación tenemos que ser muy cautos en qué creemos. Aún más en cuestiones relacionadas con la salud. Nuestra necesidad nos lleva a creer en remedios que no están demostrados científicamente, o que son un demostrado timo o fraude. Un buen consejo es tener sentido común (“el menos común de los sentidos”) y pensar por qué, si fuera cierto, no es difundido en todas las noticias y cualquier doctor especialista lo receta.
En el caso específico del bicarbonato, quien empezó el timo es un doctor italiano, de apellido Simoncino, quien sin explicar qué método siguió para encontrarlo (como casi todas las curas de este tipo), dice que es una cura efectiva contra el cáncer (así, en general, como si fuera un problema simple). Pues resulta que a este doctor ya le quitaron la licencia para ejercer medicina en su país e incluso ya tuvo problemas legales por este tipo de prácticas. (http://www.cancer.org/treatment/treatmentsandsideeffects/complementaryandalternativemedicine/herbsvitaminsandminerals/sodium-bicarbonate) En caso de problemas, mejor vamos con los especialistas y no creemos cualquier rumor que leemos en la web.
No se ha encontrado una sola prueba científica que valide esta afirmación de este doctor.
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